¿QUE NOS SEPARARA DEL AMOR DE DIOS?

¿QUE NOS SEPARARA DEL AMOR DE DIOS?

Hay momentos en la vida en que pensamos que nos separaremos del amor de Dios pues sabemos que somos humanos y muchas veces desagradamos a Dios o pecamos contra Él y es ahí donde pensamos que somos indignos , que quizás para Dios ya perdimos valor porque le fallamos o que Él estará eternamente enojado con nosotros, pero déjame decirte que eso es una mentira que el enemigo ha puesto en tu mente pues él lo único que quiere es destruirte y alejarte de tu Padre que te ama y te perdona cuantas veces reconozcas delante de Él que le fallaste y que quieres su perdón.

También pensamos cuando nos pasan cosas desagradables o tenemos problemas que Él Señor no nos va a responder y que solo nos ve de lejos. Déjame decirte que esa es otra mentira que el enemigo ha venido a poner en tu mente pues muchas veces cuando estamos en situaciones difíciles viene y pone en tu mente pensamientos como que Dios no te va a ayudar, que Dios ya no se va a acordar de ti, que no eres nada, que no eres importante, que fallaste y que simplemente Dios te dará la espalda, etc. Muchos pensamientos que si no estamos firmes en verdad sobre la roca que es Cristo y no nos fortalecemos en el Señor, nos afectaran en gran manera pues el enemigo sabe tu debilidad y la aprovecha al máximo como no tienes idea y si tu esta débil serás presa fácil para él.

Es por eso querido hermano y hermana que te invito a que a partir de este día te acerques confiadamente a ese Dios de amor a ese Dios de perdón que espera con tantas ansias recibirte en sus brazos pues EL TE AMA a pesar de cualquier circunstancia pues nada ni nadie nos puede separar de su amor puesto que somos sus hijos y un Padre nunca dejara solos ni abandonados a sus hijos.

Romanos 8:35

¿Quién nos separara del amor de Cristo? ¿Tribulación o angustia, o persecución o hambre o desnudez o peligro o espada?

Romanos 8:39

Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

¿Qué reacción nos das?