Hacer el bien sin mirar a quién

Hacer el bien sin mirar a quién

¿Has pensado todo el bien que puedes hacer con solamente una palabra, una sonrisa o un abrazo? Muchas  veces pasamos por alto las cosas pequeñas, pero podemos hacer felices a las personas que nos rodean con un simple acto de bondad. 

El pastor Dwight Moody cuenta que un día, llegó a su oficina un señor acompañado de un joven que deseaba presentarle para que lo ayudara, pues acababa de salir de la cárcel. Después de conocerse y hablar un poco, el pastor Moody creyó conveniente presentar al joven a su familia.

En eso llegó Emma, la pequeña hija del pastor Moody. Este presentó al muchacho como su amigo a la niña. La inocencia infantil y la sinceridad que caracteriza a los niños se hizo sentir inmediatamente, pues ella se acercó al joven y le dio un beso. Él se echó a llorar. El pastor Moody, asombrado, le preguntó qué le sucedía, a lo que el ex convicto respondió:

—Hace muchísimo tiempo que nadie me había besado. La última vez fue mi madre en su lecho de muerte.

Cuántas personas a tu alrededor quisieran que les extendieras la mano y las saludaras. Anhelan que alguien les preste un poco de atención, o que simplemente las escuchen. La bondad se puede manifestar de maneras muy sencillas. Conéctate con Jesús hoy para que puedas mostrar bondad a todo el mundo.
«Hagamos bien a todos» Gálatas 6:10.

Piensa en un acto de bondad que puedas realizar hoy.

¿Qué reacción nos das?

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